¿Como no forzar la voz al cantar?

¿Alguna vez te has preguntado cómo cantar sin forzar la garganta?

Mi vida cambió para siempre cuando realmente dejé de forzar mi voz. Me tomó años meterme en la cabeza que es completamente inútil y todavía me enamoro a veces hoy. Quiero compartir contigo los primeros pasos para resolver este conflicto para siempre.

Diferencia entre agudos y falsete

Mucha gente confunde el canto agudo con la transición a voz de cabeza o falsete. Todos tenemos 2 partes en nuestra voz: la voz de pecho, llamada voz hablada en anatomía vocal, con el mismo timbre que nuestra voz hablada. Allí vibran las cuerdas vocales y las bandas ventriculares (o falsas cuerdas vocales), dando ese sonido más grave y resonante.

Y si subimos el tono, podemos pasar de voz de pecho a voz de cabeza (o falsete si no hay apoyo y dirección) donde solo vibran las cuerdas vocales, dando ese sonido más ligero y cristalino. En anatomía vocal se llama voz de canto y es la parte más alta de su rango.

¿Cómo cantar sin forzar la garganta?

Este término fue acuñado por muchos antiguos maestros del canto.

Aunque para ellos estaba muy claro lo que querían decir, hoy en día el ‘no cantes con la garganta’ sigue siendo utilizado por profesores que no le dan al cantante una aplicación real para solucionar el problema.

– Ronquera

Es la pérdida total de la voz que se produce de forma gradual o rápida, según la causa que la provoque. Lo normal es que, si dejas descansar la voz, podrás recuperarla en unos días. Lo más recomendable es el reposo vocal para la recuperación parcial de la voz y luego pasar a rehabilitación para recuperarla por completo.

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La fatiga vocal se debe al uso excesivo de la laringe que, como cualquier otro músculo del cuerpo, tensa las cuerdas vocales y pueden aparecer «pollas» al cantar durante mucho tiempo.

Forzar tu voz hará que pierdas una buena postura, por lo que primero debes saber cuál es la correcta.

Comenzamos describiendo la posición en la que estudiaremos. Lo ideal debe ser cómodo y natural, y brindar la mayor estabilidad posible.

Los pies: Si estamos de pie, los separaremos a la misma distancia que sus hombros; si estamos sentados, las plantas deben descansar completamente en el suelo.

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