Es uno de los juegos callejeros más populares en toda Colombia. Consiste en una peonza que se hace girar mediante una cuerda que se ata alrededor de su cuerpo antes de ser lanzada.
Variaciones
El juego del pañuelo tiene unas cuantas variaciones que han ido surgiendo con el tiempo y todas ellas para disfrutar al máximo con este clásico para niños y niñas. Algunas variantes se adaptan a las características de cada grupo y otras se basan en diferentes objetivos. El juego del pañuelo se ha reinventado y aquí presentamos las variantes más conocidas:
- Con elementos distintos al pañuelo: en lugar del pañuelo hay variantes que utilizan retazos de tela, prendas, pelotas, los aros y las acciones pueden cambiar según el objeto, por ejemplo, la pelota se puede llevar con los pies.
- Variantes educativas: esta variante está relacionada con determinados contenidos educativos de interés. En lugar de hacer la llamada con números, esta señal se puede cambiar por países del mundo, ciudades, animales, días de la semana, colores e incluso operaciones matemáticas que dan como resultado la señal para unirse.
- Múltiples números al mismo tiempo: Puede llamar a varios números de grupos al mismo tiempo para que trabajen en equipo, socialicen y lleven la bufanda a su línea para obtener puntos.
- Variante con prisioneros: cuando el perseguidor logra capturar a la persona que tomó el pañuelo, puede ser hecho prisionero por el equipo contrario. El equipo que se queda sin jugadores pierde.
El trompo:
Objeto de plástico o madera, envuelto en una cuerda o tira que, tirado al suelo, empieza a girar. La técnica consiste en hacerlo girar por los dos lados, perfeccionando los trucos de la peonza para que gire un rato más. Es uno de los juegos tradicionales colombianos más practicados.
Instrucciones
Primero tienes que elegir quien llevará la venda, ese es el que hará el papel del pequeño ciego, y tienes para encontrar el resto.
Una vez que hayas elegido la gallina del ciego, tienes que ponerle un pañuelo en los ojos, para que no vea nada y lo puedes torcer un par de veces para confundirlo un poco.
Tienen un propósito
El juego desinteresado es fundamental durante la infancia.
El juego se justifica porque produce placer, es desinteresado e irrelevante. En este sentido se diferencia del deporte en que no se compite con los demás ni con uno mismo.