La novela, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, escrita por un autor anónimo, cuenta la vida de Lazarillo de Tormes, un muchacho joven que viaja por España al lado de varios amos. Con cada uno, Lázaro aprende a sobrevivir a las oscuras realidades de la vida. Como muchas obras del siglo XVI, Lazarillo de Tormes gira alrededor de un pícaro, un personaje (generalmente el principal), que tiene una vida llena de sufrimiento, pero usa los aprendizajes de sus maltratos para sobrevivir. En sus aventuras, los pícaros descubren la hipocresía de la sociedad, promoviendo una actitud de desconfianza e ingenio. Lázaro, como protagonista de la obra, es un pícaro durante la novela. El personaje nace en el río de Tormes en Salamanca. A sus ocho años, meten preso a su padre, Tome González por ser ladrón, lo que hace que la madre de Lázaro, Antona Pérez, se mude con su hijo a la ciudad para, ¨arrimarse a los buenos¨ (Anónimo 73). Aquí, ella empieza a tener relaciones con un hombre negro llamado Zaide, con quien tiene otro hijo. Este hermano menor, que es negro al igual que su padre, se asusta al ver la piel oscura de donde se originó la suya. Lázaro reacciona diciendo a sí mismo, ¨Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos ̈ (Anónimo 74). A Zaide también lo acusan de ser ladrón, y por su relación birracial con la madre de Lázaro, a Antona le “puso pena por justicia; sobre el acostumbrado centenario, que en casa del sobredicho Comendador no entrase ni al lastimado Zaide en la suya acogiese” (Anónimo 74). En su soledad, Antona encarga a su hijo mayor al primero de muchos amos que le enseñan a Lázaro a vivir en una sociedad injusta. Su primer amo, el ciego, junto a su siguiente, el clérigo, exponen por primera vez a Lázaro a la crueldad de la vida pero al igual, con gran falta de reflexión, modelan diferentes caras de la hipocresía que se contemplan al inicio de la novela y promueven el mundo cruel en que viven.
La aventura de Lázaro como pícaro empieza con el mendigo ciego, quien le abre los ojos al individualismo egoísta de la sociedad en que viven. El mendigo recluta a Lázaro como guía. Cuando salen de Salamanca rumbo a Toledo, se encuentran con un toro de piedra al lado de un puente, y el ciego manda a Lázaro a que ponga su oído en el toro para escuchar un, “ruido magnificado.” (Anónimo 75). Lázaro confía demasiado en su amo, y lo hace. Aunque el ciego le prometió a Antona que lo trataría como un hijo, él rápidamente golpea la cabeza del joven contra la piedra y le dice, “Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo” (Anónimo 75). El ciego quiere que Lázaro tenga los ojos abiertos y sea vigilante a los individuos que traten de aprovecharse de su falta de experiencia, o en el caso del ciego, de la vista. Gracias al mendigo, este es el momento en que Lázaro empieza a ser realmente pícaro. Luis Felipe explica que, ¨aquí el toro puede ser interpretado como un símbolo fálico, un signo de la entrada de Lázaro al golpe patriarcal de la vida y el existir brutalmente consciente, sobre todo para el que vive en la calle, despojado de todo, con nada, “ciego” por la existencia, pero con los oídos muy pegados a la rudeza del vivir¨ (12).
Libra
Libra no es demasiado sincero para poder mantener una vida tranquila en cualquier situación. Ya que no quiere heredar los sentimientos de los demás, a menudo usará la mentira para evitar más sufrimiento para sus seres queridos. Mantener la máscara es una prerrogativa en la vida de aquellos que son parte de este signo.
Libra uno de los signos más hipócritas –
Piscis
Es uno de los signos más rencorosos así que debes tener cuidado. En su intento por caer bien, puede fingir ser algo que no es.
No es tan inofensivo como parece pues en ocasiones hace lo que sea por ganarse tu confianza, incluso actuar como una persona inocente y encantadora.